Muchos aspectos del aprendizaje son cumulativos. Es decir, ciertos tipos de aprendizaje se basan en otros aprendizajes de maneras predecibles. Por ejemplo: tienes que comprender las fracciones y los coeficientes para poder hacer álgebra. Y tienes que poder leer sin problemas para poder absorber la información necesaria para responder a una pregunta que requiera desarrollo.

Los adolescentes aprenden mejor cuando se les reta con formas de pensar crecientemente complejas.

No obstante, no todas las progresiones cognitivas son lineales, así que para que el aprendizaje sea óptimo, los estudiantes necesitan practicar distintas formas de pensamiento. Necesitan desarrollar habilidades básicas y también necesitan comprobar y ampliar estas habilidades con contenido exigente para poder avanzar a niveles superiores de aprendizaje. La repetición de estos últimos dos pasos durante la fase de aprendizaje de un joven es la manera más efectiva de involucrarlo mentalmente.

Demasiado a menudo, se asignan clases poco interesantes para aquellos estudiantes que llegan a la escuela secundaria sin las habilidades básicas necesarias. Al contrario, necesitan un plan de estudios que los fascine, los desafíe, que conecte con sus intereses como adolescentes. También necesitan instrucción y contextos sociales que les ayuden deliberadamente a seguir motivados, les animen a trabajar duro y les permitan desarrollar las habilidades necesarias para una carga de trabajo crecientemente exigente.

“Aprende matemáticas como aprenderías cualquier otra cosa, por ejemplo, a montar en bicicleta. Mantente sobre la bicicleta. Cáete de la bicicleta. Hazlo tanto tiempo como sea necesario hasta que domines la materia.”

Salman Khan

Fundador, Khan Academy