De acuerdo con Carol S. Dweck, una psicóloga de Stanford University, los estudiantes con una mentalidad de crecimiento comprenden que se pueden desarrollar la inteligencia y el talento con perseverancia y trabajo duro. Conociendo esto, son aprendices activos, que toman riesgos y están comprometidos con superar obstáculos y lograr resultados.

Por el contrario, los estudiantes con una mentalidad fija creen que las cualidades básicas como la inteligencia y el talento no se pueden modificar—así que ocupan su tiempo en documentar, en lugar de desarrollar, sus propias capacidades. 

Es esencial que los adultos que trabajan con adolescentes se pregunten qué pueden hacer para ayudar a los estudiantes a desarrollar una mentalidad de crecimiento que les ayude en la universidad y sus carreras profesionales. En vez de decir, “Eres tan inteligente”, ¿qué tal si los maestros dijeran, “Has trabajado duro”? Cuando los estudiantes dicen, “Soy nulo en matemáticas”, ¿qué tal si los maestros dijeran “Nadie nace sabiendo matemáticas. Todo el mundo puede conseguir ser muy bueno con trabajo duro”? ¿Cómo podemos ayudar a los estudiantes a comprender mejor el progreso que realizan?

Ser testigo de eventos traumáticos puede afectar al desarrollo físico del cerebro infantil. Un adulto comprensivo y amable puede ayudar a superar los efectos de un trauma con cinco simples gestos.

1. Celebra. Anima en vez de desanimar.
2. Reconforta. Mantén la calma y sé paciente.
3. Colabora. Pide sus opiniones.
4. Escucha. Interésate por sus pasiones.
5. Inspira. Preséntales nuevas ideas.