Cuarenta y cinco estados han hecho públicos los datos de matriculación en enseñanza superior por escuela secundaria. Y veinticuatro incluyen esta información en “libretas de calificaciones escolares” fáciles de encontrar y obligatorias por ley federal.
Fuente: Data Quality Campaign.
Una vez definido el éxito para tu escuela, vas a necesitar maneras de medir si lo estás logrando. Puedes empezar echando un vistazo a los tipos de datos que publican tu estado y distrito, tales como índices de asistencia y persistencia en centros de enseñanza superior. Luego deberás buscar fuentes y estrategias adicionales.
Por ejemplo, ¿cómo vas a alcanzar una instantánea real del aprendizaje socioemocional de los chavales? ¿Qué combinación de criterios del maestro, encuestas o autoevaluaciones estudiantiles y herramientas de evaluación comunes te van a dar la información que necesitas?
Un apunte sobre el aprendizaje socioemocional
Sabemos que el aprendizaje socioemocional, o ASE, es una importante dimensión del desarrollo positivo de la juventud. Pero también sabemos que nuestra comprensión del ASE sigue evolucionando. Se necesita más investigación para saber cómo los estudiantes desarrollan habilidades y capacidades ASE y cómo se puede evaluar y reportar el crecimiento en estas áreas de manera significativa. Los educadores insisten en que es importante recordar que para que las medidas ASE sean justas, las escuelas necesitan facilitar y asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a experiencias de aprendizaje ASE de calidad superior.
A medida que identifiques posibles medidas y estrategias de evaluación, recuerda que múltiples medidas —y no medidas aisladas— te proporcionan datos más extensos. Es el tipo de información que puede provocar ideas de peso sobre por qué un estudiante individual está en apuros, qué pasos puedes activar y asegurarte de que todos los estudiantes estén bien posicionados para inscribirse en cursos avanzados e innumerables cuestiones entre medias.
Por ejemplo, en Bronx Arena, una escuela secundaria de la ciudad de Nueva York para estudiantes de edad avanzada, pero sin los créditos necesarios, cuentan con un tablero de mandos escolar que proporciona a los maestros actualizaciones habituales sobre dos tipos de datos: asistencia a clase y “producción” del estudiante; este último dato mide si se cumple el promedio de cinco tareas de aprendizaje por día que la escuela espera de todos sus estudiantes. Si la productividad de un estudiante decae, su maestro puede comprobar la información de asistencia inmediatamente, antes de solicitar hablar con dicho estudiante acerca de cuál es el problema o qué tipo de apoyo académico o socioemocional le podría ayudar.
A menudo, los estudiantes son la mejor fuente de información, especialmente cuando tienen acceso a datos significativos que son primordiales para la toma de decisiones y mejora de la escuela. Reflexionando sobre el trabajo del equipo de rediseño de la escuela en la Trinity Academy for the Performing Arts de Providence, Rhode Island, el director Andy McMannis explica lo siguiente: “Los miembros más importantes de nuestras conversaciones más críticas fueron los estudiantes, ya que estaban involucrados en el proceso todo el tiempo. Si de verdad quieres cambiar tu escuela, enséñales los datos a tus estudiantes y deja que ellos confirmen si son “verdad”—incluso si lo que tienen que decir es incómodo”.
Para comprender qué ocurre dentro de una escuela y aspirar a hacer verdaderas mejoras, los líderes escolares necesitan analizar múltiples medidas.
Lee¿Cómo puede una escuela definir y medir el aprendizaje socioemocional? El sitio web “Explore SEL” (Explora el ASE) de Harvard compara distintos enfoques.
LeeEste marco de acción de Shane Safir ilustra la función de los datos en tres niveles: los datos “satélite” y “mapa”, los más familiares, y lo que ella llama los “datos callejeros”, que se centran en la voz de los estudiantes.
LeeEste caso práctico y video de The Learning Accelerator nos muestra cómo los educadores de la escuela Bronx Arena usan múltiples medidas para comprender el progreso del estudiante.
LeeUna idea muy práctica para comenzar a ampliar métricas es realizar una encuesta sobre el ambiente escolar. Organizar encuestas regulares sobre el ambiente escolar puede sacar a la luz valoraciones de los estudiantes, familias, maestros y otros empleados escolares sobre sus escuelas.
¿Qué puedes aprender de las encuestas de partes interesadas? Si ya hay una encuesta en marcha en tu escuela, distrito u Organización de escuelas chárter (CMO), atrévete con nuevos ojos y pregúntate cómo puedes usar la información para provocar una mejora continua. Si no la hay, fíjate en las encuestas que otros están lanzando. El sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York, por ejemplo, lleva realizando encuestas a partes interesadas desde 2007; descarga los instrumentos de la encuesta para estudiantes de los grados 6º a 12º, maestros y padres/tutores en NYC School Survey. Selecciona varias preguntas, individualmente o en pequeños grupos, que fueran de gran utilidad si las planteases a cada grupo de partes interesadas—o genera preguntas nuevas que se refieran directamente a tu modelo escolar.
Comparte los resultados con tu equipo y debate sobre estas cuestiones: