Cada estudiante necesita desarrollar los conocimientos, habilidades y capacidades necesarias para seguir aprendiendo durante toda su vida.

Los jóvenes de hoy en día tendrán que trabajar en proyectos de colaboración para resolver problemas complejos, tanto en sus carreras como en su vida comunitaria. El conocimiento en materias como inglés, matemáticas y ciencias será esencial, pero los estudiantes también necesitan un aprendizaje más intenso entre estas materias para desarrollar la capacidad de aplicar sus conocimientos en contextos nuevos y desconocidos. El gran desafío de las escuelas secundarias hoy es: formar a todos los estudiantes para que alcancen niveles de aprendizaje mayores… y más profundos.

Antes, era bastante normal que los americanos se graduaran de la escuela secundaria y empezaran a trabajar en puestos que allanaran el camino a las clases medias. Estos trabajos han ido desapareciendo más y más en los últimos 30 años. Los trabajos que exigen habilidades bajas y medias son los más vulnerables frente a la deslocalización, la automatización y, bien pronto, la inteligencia artificial. Una persona joven promedio de hoy en día habrá desempeñado, muy probablemente, unos doce trabajos cuando tenga 50 y algunos de ellos incluso serán en campos o requerirán conocimientos y habilidades que aún no existan.

El trabajo rutinario empieza a ser algo del pasado. La realidad actual obliga a los jóvenes a desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas complejos de manera creativa y colaborativa. Las escuelas secundarias deben ayudarlos facilitando tipos de aprendizaje más profundos y expansivos.

Las escuelas secundarias públicas de muchas comunidades se están diversificando aún más, reflejando los grandes cambios de la sociedad americana. Esto les proporciona nuevas e importantes oportunidades para preparar a los jóvenes para los desafíos de la edad adulta. Los jóvenes van a conocer un tipo de diversidad diferente—en la universidad, en el trabajo, en la comunidad y en sus actividades cívicas.

Las escuelas que voluntariamente adopten modelos de justicia y empoderamiento para todos los estudiantes pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar conocimientos y habilidades que les sitúen en un lugar de privilegio para comenzar sus vidas adultas.